sábado, 30 de junio de 2007

¿De la Comunidad alcohólica?


Al llamar a Guayaquil y solicitar el listado de los folletos y libros que tienen para vender (alcohola@gu.pro.ec), que por cierto me atendieron muy bien y con todo detalle, me preguntaron si yo fuera de la Comunidad, claro, de la Comunidad Alcohólica. El me decía, "yo soy de la Comunidad". Estaba orgulloso.
Bueno... yo no supe qué reponder. ¿Podría responder que yo también soy de la Comunidad? El caso es que yo voy a la Comunidad, por una parte los jueves donde les doy una charlita, y por otra he comenzado a ir a las reuniones los lunes a las 8 de la noche, como son abiertas...
Me dijeron que me hacían un descuento del 30%...

Yo ya les había escrito por adelantado solicitándoles la información precisas sobre la literatura que tienen de la Comunidad. Ahí me presentaba como lo que soy, misionero en esta ciudad del Coca.

Enseñándonos a tener fe.

Es una parte muy importante del mensaje que nos trasmitimos los alcohólicos. Porque se ve que el otro tiene fe, uno se contagia de la misma. Porque se ve la transformación que ha habido en el compañero, espera uno que podrá también darse en mí.
Es como si tuviera que ocurrir un milagro en mi vida para llegar un día a ser sobrio. El asunto es serio, y no es tan fácil comenzar a creer y creer de verdad.
Poquito a poco se va acariciando la idea de creer, de ver lo bonito que es creer, de no tener más remedio que creer y entregarse.
Yo que no soy alcohólico, soy por otra parte testigo de que yo también le creí a Dios -o a su mensajero- cuando me se me dijo que Dios me quería donde estaba, que no me fuera. Recibí la gracia de poder ser fiel, por eso mi perfil es Fidelis. Es lo que quiero ser, fiel a Dios.

Hoy, 30 de junio, nos hemos encontrado los que participamos en la eucaristía de todos los días con unos textos de la palabra de Dios, todos ellos referentes a la fe. Son textos pesados, de muchos quilates.
Se nos dice que Abraham es el padre de la fe. Y qué ocurrió con él (Gn 12 ss). Tres proyectos imposibles de fe:
1ro.: saldá de tu tierra y vete a la tierra que yo te mostraré que te haré padre de una multitud. Tu descendencia serán como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Cuéntalas si puedes. Y Abraham creyó y salió.
2do.: en el encinar de Mambré recibe Abraham visita de 3 jóvenes (ángeles). Bien les trata Abraham. Preguntan por Sara, su mujer, su anciana mujer. Y le dicen que volverán en un año, pues Sará concebirá y te dará un hijo. ¡Imposible por la edad! Abraham creyó, conbió Sara y le dio un hijo Isaac.
3ro.: Isaac creía, ya tenía como 12 añitos. y Dios le pide a Abraham ir al monte Moriac y ofrecerle allí el sacrificio de su hijo, su único hijo. Y obedeció Abraham y ante lo imposible confesaba "Dios proveerá" y al ir a sacrificar a su hijo, le paró la mano. Encontró en zarzas un corderito y lo ofreció a Dios.
Dios bendijo a Abraham y con él a todas las naciones.
En el Evangelio (Mt 8)
se le acerca a Jesús un pagano romano, un oficial romano, pidiéndole la curación de su criado paralítico y enfermo. Ok, le dice Jesús, voy allá. No es preciso, le dice el oficial. Basta que tú lo digas y se hará. Pues yo a un soldado le mando y hace lo que le mando. Igual tu. Jamás he visto una fe tan grande, dijo Jesús. Vete en paz, tu criado está sano.
Y como canto interleccional hemos proclamado el Magnificat de María. Es que el caso de María es otro caso fundante de fe. Quedó embarazada porque creyó al mensajero que le decía que el Espíritu Santo descendería sobre ella y le dejaría embarazada.
Es que para Dios no hay nada imposible.

Y este es el gran mensaje experiencial que comunicamos a los compañeros alcohólicos, que el Ser Supremo lo puede todo, que nos hemos decidido por poner nuestra voluntad y nuestra confianza en Dios, como cada uno lo vive.
Sin esta fe, lo sabemos, no entramos en el programa de los A.A., y por no entrar en el al completo no podremos recuperarnos.
¿Amenaza? No. Testimoniar lo que los compañeros han vivido.

Nueva y última recaída de Bob

"Linda" recaída. Bill había superado la "tentación" llamando a un borracho desconocido, Bob, que congeniaron totalmente.
Anne, la esposa de Bob, le pidió a Bill y a su esposa Lois se fueran a vivir con ellos, precisamente para ayudarle a Bob, el Dr. Bob. Pasaron como un mes y Bob se acordó que tenía la convención médica anual a la que no solía faltar ningún año. ¿Y ahora?
Su esposa se oponía, pero Bill le dijo y "¿por qué no? Al fin y al cabo tenemos que aprender a vivir en un mundo que está lleno de alcohol". Y se fue, y no volvía.
La enfermera de su propia oficina (de Bob) llamó por teléfono diciendo: "Aquí está en mi casa. Mi esposo y yo lo recogimos en la estación del tren a las cuatro de la mañana. Por favor vengan a ver qué pueden hacer".
Tenía programa una operación de cirugía en 3 días. Hicieron lo posible su esposa y Bil por mantenerlo sano, sobrio. La última noche Bill durmió en la misma habitación. En un momento me dice: "Bill voy a abandonar todo esto". Pensé que era la operación. "No, quiero decir esta cosa de que hemos venido conversando".
Llegó el momento de la operación, y Bill le dio a Bob una cerveza para que calmara sus nervios y pudiera coger el bisturí.
No volvía. Después de varias horas, al volver a casa, nos dijo que había cogido el carro y había ido a visitar a sus acreedores y a todas aquellas personas a quienes había ofendido con su conducta.
Era el 10 de junio de 1935. Y Bob no volvió a probar una gota de alcohol. Así hasta su muerte 15 años después.

El 3ro. y 4to. miembro de A.A.

Se puede leer en las pp. 70-72 del libro "A.A. Llega a su mayoría de edad".
El 3ro. se llama Bill D., linda historia. Antes de dar el paso, resistiendose a creer comentó: Yo todavía creo en Dios, pero aora sé bastante bien que El ya no cree más en mi".
El cuarto fue un tal Ernie.

viernes, 29 de junio de 2007

Expresándose con el dibujo 2.



































































































Dibujantes:
Luiger Jaramillo, Gabriel Cadena y Juan Pablo Domínguez.
Pintores:

Alexander Vidal, Alexis Andi, Franklin Vélez, Galo Velasco, Carlos Murillo,
Christian Intriago, Jonathan Chica, Fernando Paredes, Raúl Cayachama.

Expresandose desde el dibujo

Jesús sobre las aguas.
Jesús le dijo: "ven. Pedro bajó de la barca y empezó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús. Pero el viento seguía muy fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse.
Entonces gritó: "Señor, sálvame". Al instante Jesús extendió la mano y le agarró diciendo: "Hombre de poca fe, por qué has vacilado? Mt 14, 29-31




















No jurar:Ustedes han oído lo que se dijo a sus antepasados: no jurar en falso y cumplir lo que se ha jurado al Señor. Mt 5, 33







































He venido no para llamar a los buenos sino para invitar a los pecadores a que se
arrepientan. Lc 6, 32




















Entonces el diablo le dijo: "si eres Hijo de Dios manda a estas piedras que se conviertan en pan.
Jesús le replicó: también dice la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios. Lc 4,1-13

Dibujantes:
Luiger Jaramillo, Gabriel Cadena y Juan Pablo Domínguez.
Pintores:

Alexander Vidal, Alexis Andi, Franklin Vélez, Galo Velasco, Carlos Murillo,
Christian Intriago, Jonathan Chica, Fernando Paredes, Raúl Cayachama.

Poder Superior = experiencia espiritual

(De AA - mayoría de edad)
Pensamientos de Shoemaker.
Desde el principio se vio muy claro que a la ayuda del médico Dr.Silkworth, a las observaciones de Willian Jame en su libro "Variedades de la experiencia religiosa", a la declaración desde Viena del Dr. C. Jung que la ciencia no encontraba respuesta, había que añadir la necesidad de un factor espiritual, la experiencia espiritual.
La dificultad viene de cómo expresar ese factor espiritual, esa experiencia espiritual en términos universales y entendibles por todos. ¡Difícil! No se trata de simples ideales o generalidades románticas. Se trata de poder determinar la realidad de esa experiencia espiritual, que existe, que es verdadera.
El 2do. paso quiere declararla: Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.
No describimos ese Poder Superior, no le damos connotaciones, no lo definimos y por lo tanto no nos metemos en una discusión. Lo que interesa es proclamar la evidencia, la experiencia, el testimonio de que es real y que actúa en nosotros devolviéndonos el sano juicio. No se puede dudar de ella.
De ahí se pasa al 3er. paso comunicando el mensaje de poner la voluntad y la confianza en Dios tal como cada cual Lo concebía.
AA deja la teoría y la teología y anclado en la práctica proclama la experiencia espiritual que se tiene, que todos pueden tener, y la descripción de ese Poder Superior -de ese Dios- se deja a los teólogos y en su propio lugar, en la respectiva Iglesia. Puesto que en nuestra Comunidad de AA caben todos -todas religiones y también agnósticos- les trasmitimos nuestro mensaje de confiar en un Ser Superior como cada cual lo concibe.
Esta fe se basa en la experiencia y en el testimonio de los que la han tenido y que nos trasmiten el mensaje de confiar también nosotros en ella.


jueves, 28 de junio de 2007

Los grupos

La mayoría de nosotros no podemos recuperarnos a
menos que haya un grupo. Como dijo Bill: “Cada
miembro llega a darse cuenta de que no es sino una
pequeña parte de una gran totalidad... Se da cuenta
de que tiene que hacer callar el clamor interno de
deseos y ambiciones personales cuando éstos
pueden perjudicar al grupo. Se hace bien evidente
que el grupo tiene que sobrevivir para que sobreviva
el miembro individual.”

12 pasos y la Biblia

LOS DOCE PASOS CON REFERENCIAS DE LAS ESCRITURAS*

1. Admitimos que éramos incapaces de afrontar solos nuestras
dependencias, adicciones y problemas, y que nuestra vida se había vuelto
ingobernable.

Mateo 9:36, Marcos 10:15, Romanos 7:15-20, Salmo 6:2-4, Salmo
31:9-10, Salmo 38:1-9, Salmo 44:15-16, Salmo 72:12-13

2. Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros podría devolvernos
el sano juicio.

Mateo 12:18-21, Marcos 5:1-15, Marcos 9:23-24, Marcos 10:51-52,
Lucas 13:10-13, Juan 6:63, Juan 12:46, Hebreos 11:6, Salmo 18:1-3,
Salmo 142, Daniel 4:34-37

3. Resolvimos confiar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de
Dios, según nuestro propio entendimiento de Él.

Mateo 4:22, Mateo 11:27-30, Mateo 16:24-26, Marcos 12:30, Efesios
2:8-9, Santiago 4:7-10, Deuteronomio 30:15-20, Salmo 3:5-6, Salmo
23, Salmo 61:1-8, Salmo 91:1-4, Salmo 118:8, Proverbios 3:5-6,
Jeremías 29:13

4. Sin temor, hicimos un sincero y minucioso inventario moral propio.

Mateo 7:3-5, Mateo 23:23-28, Lucas 12:1-6, Romanos 13:11-14, 1
Corintios 4:19-20, 2 Corintios 7:10, Gálatas 6:3-5, Efesios 4:31-32,
1 Juan 1:8-9, Joel 2:13, Salmo 32:3-5, Proverbios 5:3-5, Proverbios
16:2-3, Nehemías 8:9-10, Nehemías 9:3.

5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la
naturaleza exacta de nuestras faltas.

Lucas 15:12-20, Hechos 19:18, 2 Corintios 10:3-5, Romanos 2:12-15,
Hebreos 4:13-16, Santiago 5:16, 1 Juan 1:8-9, 2 Crónicas 7:14, Oseas
11:8-9

6. Estuvimos enteramente dispuestos a que Dios eliminase todos estos
defectos de carácter.

Juan 5:6, Romanos 6:11-12, Romanos 12:1-2, Gálatas 5:24, Efesios
4:17-23, Colosenses 3:5-8, 1 Pedro 1:13-16, 1 Juan 4:18, Apocalipsis
3:19-20, Salmo 51:16-17, Salmo 119:28-40, Salmo 139:23-24, Isaías
55:1-9

7. Humildemente pedimos a Dios que limpiase nuestras culpas.

Mateo 7:9-11, Mateo 18:4, Lucas 11:5-13, Lucas 18:9-14, Juan 3:3-6,
Hechos 3:19, Romanos 3:23-24, Hebreos 12:5-11, 1 Pedro 5:6-7, Juan
5:14-15, Salmo 32:6-8, Salmo 37:23-24, Salmo 103:12, Isaías 1:18-19,
Isaías 57:18, Jeremías 18:6

8. Hicimos una lista de todas las personas a quienes habíamos
perjudicado, y estuvimos enteramente dispuestos a reparar el mal que les
ocasionamos.

Mateo 5:23-24, Mateo 7:3-5, Mateo 18:21-35, Lucas 6:37-38, Lucas
19:8, Juan 13:34-35, 1 Corintios 13, Gálatas 6:7-8, 2 Timoteo 1:7,
Santiago 4:11-12, Salmo 37:25, Oseas 10:12

9. Reparamos directamente el mal causado a estas personas cuando nos fue
posible, excepto en los casos en que el hacerlo les hubiere infligido
más daño, o perjudicado a un tercero.

Mateo 5:9, Lucas 19:1-10, Romanos 15:2, Filipenses 1:9-11,
Colosenses 4:5-6, Filemón 8:17, 1 Juan 4:10, Salmo 51:14-17,
Proverbios 16:20-24, Ezequiel 33:14-16

10. Proseguimos con nuestro inventario moral, admitiendo espontáneamente
nuestras faltas al momento de reconocerlas.

Marcos 14:38, Romanos 12:3, Efesios 4:26-27, 1 Tesalonicenses
5:17-22, 1 Timoteo 4:7-8, Hebreos 2:1-3, Hebreos 12:15, Santiago
1:22-25, 1 Pedro 2:11, 1 Juan 1:8-10, Salmo 85:8-9, Salmo 103:8-18

11. Mediante la oración y la meditación, tratamos de mejorar nuestro
contacto consciente con Dios, según nuestro propio entendimiento de Él,
y le pedimos tan sólo la capacidad para reconocer Su voluntad y las
fuerzas para cumplirla.

Mateo 6:6, Mateo 26:39, Lucas 11:9-10, Juan 4:13-14, Romanos
8:26-28, Gálatas 2:20, Filipenses 4:6-9, Tito 3:1-7, 2 Samuel
22:1-3, Salmo 27:4-6, Salmo 65:1-4, Salmo 84:5-12, Salmo 105:1-9,
Salmo 127:1-2, Isaías 40:31, Lamentaciones 3:25-26

12. Habiendo logrado un despertar espiritual como resultado de estos
pasos, tratamos de llevar este mensaje a otras personas y a practicar
estos principios en todas nuestras acciones.

Mateo 5:18-20, Mateo 28:20, Marcos 5:18-19, Juan 15:12-13, Hechos
4:20, 1 Corintios 9:22-27, 1 Corintios 15:10, 2 Corintios 5:17,
Gálatas 6:1-2, 1 Timoteo 1:12-16, 1 Timoteo 4:15-16, 1 Pedro 4:3-4,
Salmo 92:1-4, Salmo 96:1-2

Dibujantes y pintores

En el Centro de recuperación de alcohólicos y narcóticos de Coca los pacientes han expresado sus sentimientos, sus grandes convicciones, a través de unas cartulinas diseñadas y pintadas por ellos. Aquí los nombres de los dibujantes y los pintores.
Dibujantes:
Luiger Jaramillo, Gabriel Cadena y Juan Pablo Domínguez.
Pintores:

Alexander Vidal, Alexis Andi, Franklin Vélez, Galo Velasco, Carlos Murillo,
Christian Intriago, Jonathan Chica, Fernando Paredes, Raúl Cayachama.

En los próximos días hemos de tener oportunidad de fotografiar cada uno de los cuadros y traerlos aquí al Blog.

Mi charla para hoy

Mi preparación de charla en el Centro de Recuperación de alcohólicos anónimos.

1. Yo les doy mi mensaje, ustedes me dan el suyo.
Que yo les doy, está claro; aquí estoy hablando.
Que ustedes me dan… yo les digo que si, y ustedes no saben lo que pasa en mi corazón.
- me ha enseñado mucho el libro de los alcohólicos anónimos
- y cuando ustedes intervienen con sus dibujos, ustedes me enseñan mucho
- yo los quisiera fotografiar…

2. Yo no les conocía, ahora les estoy conociendo.
Y qué me enseñaron.
Los 12 pasos. Ya nunca lo olvidaré, porque son para toda la vida. Son un programa de vida, un ideario para vivir con él.

Y qué me enseñó: he recibido unos impulsos muy grandes
- a no confiar en mi (1er. Paso)
- a confiar en Dios y poner en él mi voluntad en El, poner mis cuidados en El (paso 2 y 3)
- me enseñaron a orar (paso 11)
- a desear para otro y a entregárselo el regalo que en mi vida se ha dado y que reconozco que viene, que ha sido de Dios; esa riqueza quiero que los demás también la tenga, no es riqueza solo para mi, la tengo que compartir (paso 12)

3. Nueva luz para orar.

De ustedes he recibido nueva luz para orar. En su programa, el paso 11 lo dice expresamente. Buscamos a través de la oración y la contemplación mejorar nuestro contacto con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad par con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.

Los alcohólicos en recuperación saben orar, porque saben confiar en Dios, porque piden y más piden a Dios les saque de la angustia y del tormento del alcohol, y más cosas, y más cosas.

Yo estoy adquiriendo un compromiso con Dios. Yo no tengo nada con qué ayudarles a los alcohólicos, pero si tengo una cosa, que se las quiero dar: yo puedo orar por ellos. Yo me uno a vuestra oración, y el que todo lo puede todo lo sabe.

He hablado con muchachas que se me han echado a llorar porque sufren mucho, ellas y su mamá, porque el papá viene borracho a casa. Nos maltrata con su boca.

He hablado con algún muchacho que me ha dicho “odio a mi papá”…

En todos los casos les he querido consolar explicándoles la enfermedad del papá, pero he terminado diciéndoles: “yo voy a rezar por vosotros”. Y a solas me he dicho a mi mismo: esto sí, esto si puedo hacer yo por los alcohólicos, yo puedo orar por ellos, yo puedo rezar por ellos. Y lo hago.

¡Cómo no poder nuestros cuidados en Dios, cómo no orar a Dios, cuando estas cosas están en el corazón de los principios de su recuperación, en algo que ustedes constantemente lo están haciendo!

Cómo no recordar lo que Jesús nos decía:
- Sin mi no podéis hacer nada.
- Es necesario orar y no desfallecer… el espíritu está pronto, pero la carne es débil…
- Pedid, pedir al dueño de la mies que envíe obreros a su mies…
- Hombres de poca fe, por qué dudáis…
- Si tuvieran fe como un granito de mostaza, dirían a esa montaña traládate allí y se trasladaría.

4. El evangelio del día de hoy, jueves de la XII semana.
Sonaba así:
No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo. 22 Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor! Hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. 23 Entonces yo les diré claramente: Nunca les conocí. ¡Aléjense de mí, ustedes que hacen el mal!

24 Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. 25 Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca. 26 Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena. 27 Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.» (Mateo 7,21ss)

¿Y la enseñanza? No seamos tonto… sigamos los 12 pasos con fidelidad, entremos a ellos con ilusión.

5. Para completar el tiempo, quiero traerles las narraciones de los grandes creyentes.

miércoles, 27 de junio de 2007

Testigos de la fe

Voy conociendo alcohólicos y descubriendo que son los grandes testigos de la fe en el mundo que nos toca vivir.
De hombres rotos, destruídos, sin esperanzas (y todo lo que se quiera decir), como deshechos de esta sociedad, así considerados por muchos, reaparecen como hombres nuevos en proceso de transformación.
Y todo ello producto de algo sólo vivido por ellos en lo profundo de su ser, que no se puede explicar, ni entender. Sólo otro alcohólico le entiende perfectamente su experiencia de fe, su comunicación con El Otro, el Poderoso, el Ser Supremo, Dios.
¿Cómo entender a Abraham, el padre de la fe en la tradición judía, cristiana, musulmana? El materialista, el laicista... no lo entiende.
El que hambrea tener fe y crecer en confianza, sí lo entiende.
Y lo imposible, el viejo de Abraham le creyó a Dios. Que habría de tener descendencia, que habría de ser grande, inmensa, como las estrellas del cielo o las arenas del mar. Y Abraham le creyó... a Dios. Y Dios le reconoció esa fe. (Gn 12 y ss)
Lo imposible también creyó María, la de Nazaret. Habría de quedar embarazada por obra del Espíritu Santo. Y María le creyó... y Dios se encarnó, tomó carne humana. (Lc 1,26ss)

En secreto la escena de Dios con Abraham, con María la de Nazaret se va repitiendo a lo largo y ancho del mundo. Cualquier hombre, cualquier mujer va teniendo experiencia de la cercanía de Dios y de la necesidad de responderle con la fe.

Le creí a Dios... y me animé a consagrarme a El, esperando que El me ayudaría en la fidelidad. Y cuando más lo necesitaba vino El, no me dejó solo, pude renovar mi consagración y mi amor en exclusiva a El. Me concedió la gracia de la castidad.

El alcohólico después de un largo proceso, años, por fin descubre la posibilidad de creerle a El, de abandonarse a El, de confiar en El. Ese es el día en que un alcohólico dice "el día tal dejé de tomar, hasta el día de hoy, porque conmigo tengo el poder de Dios".

Dios y el alcohólico han hecho una alianza, que cada uno en su interior la vive. Y es que El se acomoda a cada uno. Por eso qué bien lo dice el paso 3 "como nosotros lo concebimos". Cada uno lleva a Dios en su corazón, como cada uno lo concibe, como lo ha ido conociendo en su entorno de vida, en fin como Dios a cada uno se ha ido dando a conocer y a sentir.
También el alcohólico va haciendo su propia historia con El, pues desde el paso 11 va orando y contemplando, va intimando, va creciendo en fe, en confianza, esperanza, en amor mutuo y "estuvimos dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos", se declara en el paso 6. Qué historia más intima se va forjando entre los dos, El y yo, alcohólico de por vida, pero sobrio ya y para siempre con Su Poder.

Creer, confiar... he aquí lo que sin pedirlo te van regalando los alcohólicos. Tú seguramente no les regalas nada, ellos sí... Sí, yo también puedo y quiero regalarles... y empezando por mi aprecio, por mi agradecimiento ante sus enseñanzas, y unos ojos de cariño. Lo demás irá viniendo de por si...

martes, 26 de junio de 2007

AL-ANON / ALATEEN

AL-ANON / ALATEEN
¿Qué es Al-Anon?
Cada grupo de familia Al-Anon persigue un sólo propósito: prestar ayuda a los familiares y amigos de alcohólicos.
Si le preocupa alguien que tenga un problema con la bebida, Al-Anon puede ayudarle. Al-Anon fue fundado por los familiares de alcohólicos que habían conseguido la sobriedad en Alcohólicos Anónimos y actualmente muchos miembros de Al-Anon y Alateen, no importa la edad o relación con el alcohólico, consiguen la serenidad a pesar de que un amigo íntimo o un familiar tenga un problema con la bebida.


Hay un mensaje de esperanza en la bienvenida que se lee en las reuniones de Al-Anon, que junto con el preámbulo que sigue a ésta, da una idea clara de la forma de ayudar de Al-Anon.


Los grupos de familia Al-Anon son una comunidad de parientes y amigos de alcohólicos que comparten sus experiencias, fortaleza y esperanza, con el fin de encontrarle solución a su problema común.
Creemos que el alcoholismo es una enfermedad de la familia y que un cambio de actitud puede ayudar a la recuperación.


Al-Anon
no está aliado con ninguna secta ni religión, entidad política, organización ni institución; no toma parte en controversias, no apoya ni combate ninguna causa. No existe cuota alguna para hacerse miembro.

En Al-Anon perseguimos un único propósito: ayudar a los familiares y amigos de los alcohólicos. Hacemos esto practicando los Doce Pasos, dando la bienvenida y ofreciendo consuelo a los familiares de los alcohólicos y comprendiendo y animando al alcohólico.

Grupo de mujeres

¿Iniciaremos un grupo de mujeres con maridos alcohólicos?
Eso es lo que siento, precisamente eso aquí en Coca, los famosos grupos AL-ANON y ojalá pudiera fundarse un grupo ALATEEN.
Mi primera propuesta ha sido a Magdi, si es que así se llama y así se escribe. Su esposo se encuentra en estos momentos en una clínica de recuperación en Quito. Y quiero invitar a Flor y a Rocio, la primera de Tiwinza, la segunda de Abdón Calderón.
Me he visto con María -la Gavilanes- para proponerle me ayude a montar ese grupo. Hemos quedado en que sí, pero viaja a Cuenca. Quieren también iniciar en Coca los Grupos de Luis Amigó y trabajar un tanto con el carisma del mismo, los maltratados por la vida (alcohólicos, drogadictos). Vamos a ver.
He pensado que podríamos hacerlo a las 4 de la tarde y en el mismo local de los A.A. No sé si nos permitirán.
¿Y de qué se trataría?
De compartir las mujeres de alcohólicos sus problemas y así no encontrarse solas en el sufrimiento y en las penas.
Ideal sería -pienso yo- ellas también inicien su proceso de acompañamiento al marido en el espíritu de los alcohólicos anónimos. Ellas necesitan convencerse de la necesidad que tienen de que solas no pueden afrontar todo el problema que significa convivir con su amor alcohólico; a ellas también les puede ayudar un Poder Superior (Dios) y ellas también deben abandonarse al cuidado de Dios, deben confiar en él.
Este mensaje es necesario trasmitirlo y compartirlo.

Orar por... del paso 11.

Lo voy aprendiendo de A.A.
Del paso 11 recojo: "buscamos a través de la oración... mejorar nuestro contacto consciente con Dios... pidiéndole solamente que nos deje conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla".
E
s camino a andar, a recorrer cada día, como el paso 3 "poner nuestras vidas al cuidado de Dios". ¡Cuánto se aprende en la comunidad alcohólica...!
Y orar no sólo es pedir, también es quedarse en silencio para escuchar a Dios que quiere hablarte. Y eso me ocurría esta mañana que mi corazón acariciaba la necesidad de confiar en Dios, en lo que está toda la Comunidad, lo que ha ido aprendiendo.
Mi corazón debe esta unido a toda la Comunidad y orar (paso 11) por ella.
Yo que no soy alcohólico sí puedo estar con la comunidad motivado y aprendiendo de ella por su confianza en Dios y con esa fe orar por ella. Sí puedo orar por ella y presentarle a El a cada uno que voy conociendo. Por eso hoy le presento a Dios a los que conocí ayer, a Jhon, Enrique, Rodrigo, Gilbert y sus familias.
Sí, orar, yo puedo orar por todos ellos.

lunes, 25 de junio de 2007

25 junio 2007 - mis amigos...

Hoy he subido las escaleras para llegar a la reunión de A.A. Estaban solamente dos, después llegarían otros dos.
Fueron: Jhon, Enrique, Rodrigo, Gilbert.
Y se inició una reunión formal, según las tradiciones del grupo. En primer lugar con una lectura del prólogo (?) que indicaba qué son los grupos A.A.
Después de la revista Sobriedad se leyó un artículo referente a la Recuperación. Todo sonaba muy AA, como en el libro azul.
Rodrigo no quiso participar, compartir. Ahí estaba aunque bien atento, pero muy serio.
Enrique comenzó a compartir su vida, cómo era y cómo es. ¡Qué alegría por su esposa y por sus hijos!
También tomó la palabra Gilbert, que recién había llegado. 4 años sobrio, pero el año pasado recayó. Contó lo mal que lo pasó. Y reinició de nuevo. Lamenta la falta de asistencia al grupo, si bien en otras ocasiones asiste al ENA, el otro grupo de Coca, (seguramente de narcóticos anónimos). Sabe el cambio que ha dado y el progreso que ha experimentado en estos 4 años en todos los sentido, hasta en el económico, pues ha conseguido ya hace dos años hacer su casa. Antes era un malgastador, hoy le cuesta mucho gastar.
Me llegó el momento a mi, y expuse mi proceso en el conocimiento de los AA y mi inclinación positiva, de amor, hacia ellos. Todo ello producto de haberme encontrado con la literatura de AA, sobre todo con el Libro Azul. Mi alegría por verles y mi deseo de permanecer muy cerca de los alcohólicos anónimos. Es mi deseo emprender alguna acción en la Condor Mirador, apoyado por una de las catequistas, eposa de un alcohólico.
Terminó Jhon con su testimonio.
Al final se realizo la 7ma. Tradición, el aporte voluntario para sufragar gastos, se rezó la oración de la serenidad, y nos despedimos con un abrazo.
Yo me marché rápido.
Espero que los jueves iré al Centro de Rehabilitación y los lunes me iré al encuentro de A.A.
A ver si es verdad.

Los textos de la confianza en Dios

Hay que fortalecerse de los textos de Jesús que fundamentan la confianza total en Dios, que en Jesús es Dios Padre.
El "sermón del monte" (Mt 5-7) es texto descubierto por los iniciadores de A.A.
- yo les digo: amen a sus enemigos, recen por sus perseguidores. Así serán hijos de su Padre que está en los cielos. El hace brillar el sol para buenos y malos... (5,43s)
- no hagan el bien para que les vean, de lo contrario el Padre celestial, Padre de ustedes, no les dará ningún premio. (6,1s)
- cuando des limosna... tu Padre que ve lo secreto (6,3)
- cuando recen ... y tu Padre que comparte tus secretos... y ve tus secretos... (6,5s)
- cuando recen.. no recen de ese modo... anes qe pidan, el Padre sabe lo que necesitan (6,8)
- Padre nuestro... (6,9)
- claro, si ustedes perdona, también el Padre celestial les perdonará (6,14)
- no se hagan tesoros en la tierra... acumulen tesoros para el cielo... donde etán tus riquezas allí está tu corazón (6,19s)
- no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero (6,24)
- no anden preocupados por su vida... comer... vestir... ¿no valen ustedes más que las aves? Y el Padre celestial, Padre de ustedes, las alimenta (6,25s)
- y si Dios viste así a la flor... ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe? (6,30)
- los que no conocen a Dios se preocupan por esas cosas. Pero el Padre de ustedes sabe que necesitan todo eso (6,32)
- no juzguen... sácate primero la viga de tu ojo para sacar la pelusa del ojo de tu hermano (7,4)
- pidan y se les dará, busquen y hallarán , llamen a la puerta y les abrirán (7,7)
- ¿quién de ustedes da una piedra a su hijo si le pide pan...? (7,9)
- si ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón el Padre celestial, Padre de ustedes, dará cosas buenas a los que se las pidan (7,11)

Encuentro motivos suficientes para confiarse en Dios y abandonarse a él totalmente como lo pide el paso 3 "decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos"

domingo, 24 de junio de 2007

LOS DOCE CONCEPTOS

LOS DOCE CONCEPTOS
(Forma Corta)

Los Doce Pasos de A.A. son principios para la recuperación personal. Las Doce Tradiciones aseguran la unidad de la Comunidad. Los Doce Conceptos para el Servicio Mundial, escritos por el co-fundador Bill W. ofrecen un grupo de principios relacionados para ayudar a asegurar que los varios elementos de la estructura de A.A. sean sensibles a las necesidades de quienes sirven y responsables ante ellos.

La “forma corta” de los Conceptos, que aparece a continuación, fue preparada por la Conferencia de Servicios Generales de 1974.

I. La responsabilidad final y la autoridad fundamental de los servicios mundiales de A.A. deben siempre residir en la conciencia colectiva de toda nuestra Comunidad.

II. La Conferencia de Servicios Generales se ha convertido, en casi todos los aspectos, en la voz activa y la conciencia efectiva de toda nuestra Comunidad en sus asuntos mundiales.

III. Para asegurar su dirección eficaz, debemos dotar a cada elemento de A.A. — la Conferencia, la Junta de Servicios Generales, y sus distintas corporaciones de servicio, personal directivo, comités y ejecutivos — de un Derecho de Decisión tradicional.

IV. Nosotros debemos mantener, a todos los niveles de responsabilidad, un “Derecho de Participación” tradicional, ocupándonos de que a cada clasificación o grupo de nuestros servidores mundiales les sea permitida una representación con voto, en proporción razonable a la responsabilidad que cada uno tenga que desempeñar.

V. En toda nuestra estructura de servicio mundial, un “Derecho de Apelación” tradicional debe prevalecer, asegurándonos así que se escuche la opinión de la minoría, y que las peticiones de rectificación de los agravios personales sean consideradas cuidadosamente.

VI. La Conferencia reconoce también que la principal iniciativa y la responsabilidad activa en la mayoría de estos asuntos, deben ser ejercidas en primer lugar por los miembros custodios de la Conferencia, cuando ellos actúan como la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos.

VII. La Carta Constitutiva y los Estatutos son instrumentos legales, y los custodios están, por consiguiente, totalmente autorizados para administrar y dirigir todos los asuntos de servicios. La Carta de la Conferencia en sí misma no es un instrumento legal; se apoya en la fuerza de la tradición y en las finanzas de A.A. para su eficacia.

VIII. Los Custodios son los principales planificadores y administradores de los grandes asuntos de política y finanzas globales. Con respecto a nuestros servicios constantemente activos e incorporados separadamente, los Custodios, como síndicos fiscales, ejercen una función de supervisión administrativa, por medio de su facultad de elegir a todos los directores de estas entidades.

IX. Buenos directores de servicio en todos los niveles son indispensables para nuestro funcionamiento y seguridad en el futuro. La dirección básica del servicio mundial que una vez ejercieron los fundadores de Alcohólicos Anónimos, tiene necesariamente que ser asumida por los Custodios.

X. A cada responsabilidad de servicio, le debe corresponder una autoridad de servicio equivalente, y el alcance de tal autoridad debe estar siempre bien definido.

XI. Los Custodios deben siempre contar con los mejores comités permanentes y con directores de las corporaciones de servicio, ejecutivos, personal de oficina y consejeros bien capacitados. La composición, cualidades, procedimientos de iniciación y derechos y obligaciones serán siempre asuntos de verdadero interés.

XII. La Conferencia cumplirá con el espíritu de las Tradiciones de A.A., teniendo especial cuidado de que la Conferencia nunca se convierta en sede de peligrosa riqueza o poder; que fondos suficientes para su funcionamiento, más una reserva adecuada, sean su prudente principio financiero, que ninguno de los miembros de la Conferencia sea nunca colocado en una posición de autoridad desmedida sobre ninguno de los otros, que se llegue a todas las decisiones importantes por discusión, votación y, siempre que sea posible, por unanimidad substancial; que ninguna actuación de la Conferencia sea punitiva a personas, o una incitación a controversia pública, que la Conferencia nunca deba realizar ninguna acción de gobierno autoritaria, y que como la Sociedad de Alcohólicos Anónimos, a la cual sirve, la Conferencia en sí misma siempre permanezca democrática en pensamiento y en acción.

Las 12 tradiciones (corta - larga)

LA TRADICION DE A.A.

Para los que ahora estamos en su seno, Alcohólicos Anónimos ha hecho que la desgracia se convierta en sobriedad, y frecuentemente ha significado la diferencia entre la vida y la muerte. A.A. puede, desde luego, significar justamente esto mismo para innumerables alcohólicos a quienes no ha llegado todavía.

Por lo tanto, ninguna otra asociación de hombres y mujeres ha tenido nunca una necesidad más urgente de eficacia continua y unión permanente. Nosotros los alcohólicos vemos que tenemos que trabajar juntos y conservarnos unidos o de lo contrario la mayoría de nosotros pereceremos.

Las “12 Tradiciones” de Alcohólicos Anónimos son, según creemos los que pertenecemos a A.A., las mejores respuestas que ha dado hasta ahora nuestra experiencia a esas siempre apremiantes preguntas: “¿Cómo puede funcionar A.A. de una manera óptima?” y “¿Cuál es la mejor manera de conservar la integridad de A.A., y de asegurar así que sobreviva?”

A continuación aparecen las Doce Tradiciones de A.A. en su llamada “forma breve”, la cual en la actualidad es de uso general. Esta es una versión condensada de la “forma larga” original que se publicó por primera vez en 1945.

1. Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de A.A.

2. Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza. No gobiernan.

3. El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber.

4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a A.A., considerado como un todo.

5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo.

6. Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.

7. Todo grupo de A.A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera.

8. A.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales.

9. A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.

10. A.A. no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.

11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción, necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.

12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.

LAS DOCE TRADICIONES

(Forma Larga)

Nuestra experiencia en A.A. nos ha enseñado que:

1. Cada miembro de A.A. no es sino una pequeña parte de una gran totalidad. Es necesario que A.A. siga viviendo o, de lo contrario, la mayoría de nosotros seguramente morirá. Por eso, nuestro bienestar común tiene prioridad. No obstante, el bienestar individual lo sigue muy de cerca.

2. Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamentad —un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo.

3. Nuestra Comunidad debe incluir a todos los que sufren del alcoholismo. Por eso, no podemos rechazar a nadie que quiera recuperarse. Ni debe el ser miembro de A.A. depender del dinero o de la conformidad. Cuando quiera que dos o tres alcohólicos se reúnan en interés de la sobriedad, podrán llamarse un grupo de A.A., con tal de que, como grupo, no tenga otra afiliación.

4. Con respecto a sus propios asuntos, todo grupo de A.A. debe ser responsable únicamente ante la autoridad de su propia conciencia. Sin embargo, cuando sus planes atañen al bienestar de los grupos vecinos, se debe consultar con los mismos. Ningún grupo, comité regional, o individuo debe tomar ninguna acción que pueda afectar de manera significativa a la Comunidad en su totalidad sin discutirlo con los custodios de la junta de Servicios Generales. Referente a estos asuntos, nuestro bienestar común es de altísima importancia.

5. Cada grupo de A.A. debe ser una entidad espiritual con un solo objetivo primordial — el de llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre.

6. Los problemas de dinero, propiedad, y autoridad nos pueden fácilmente desviar de nuestro principal objetivo espiritual. Somos, por lo tanto, de la opinión de que cualquier propiedad considerable de bienes de uso legítimo para A.A., debe incorporarse y dirigirse por separado, para así diferenciar lo material de lo espiritual. Un grupo de A.A., como tal, nunca debe montar un negocio. Las entidades de ayuda suplementaria, tales como los clubes y hospitales que suponen mucha propiedad o administración, deben incorporarse separadamente de manera que, si es necesario, los grupos las puedan desechar con completa libertad. Por eso, estas entidades no deben utilizar el nombre de A.A. La responsabilidad de dirigir estas entidades debe recaer únicamente sobre quienes la sostienen económicamente. En cuanto a los clubes, normalmente se prefieren directores que sean miembros de A.A. Pero los hospitales, así como centros de recuperación, deben operar totalmente al margen de A.A. — y bajo supervisión médica. Aunque un grupo de A.A. puede cooperar con cualquiera, esta cooperación nunca debe convertirse en afiliación o respaldo, ya sea real o implícito. Un grupo de A.A. no puede vincularse con nadie.

7. Los grupos de A.A. deben mantenerse completamente con las contribuciones voluntarias de sus miembros. Nos parece conveniente que cada grupo alcance esta meta lo antes posible; creemos que cualquier solicitud pública de fondos que emplee el nombre de A.A. es muy peligrosa, ya sea hecha por grupos, clubs, hospitales u otras agencias ajenas; que el aceptar grandes donaciones de cualquier fuente, o contribuciones que supongan cualquier obligación, no es prudente. Además nos causan mucha preocupación, aquéllas tesorerías de A.A. que sigan acumulando dinero, además de una reserva prudente, sin tener para ello un determinado propósito A.A. A menudo, la experiencia nos ha advertido que nada hay que tenga más poder para destruir nuestra herencia espiritual que las disputas vanas sobre la propiedad, el dinero, y la autoridad.

8. A.A. debe siempre mantenerse no profesional. Definimos el profesionalismo como la ocupación de aconsejar a los alcohólicos a cambio de una recompensa económica. No obstante, podemos emplear a los alcohólicos en los casos en que ocupen aquellos trabajos para cuyo desempeño tendríamos, de otra manera, que contratar a gente no alcohólica. Estos servicios especiales pueden ser bien recompensados. Pero nunca se debe pagar por nuestro acostumbrado trabajo de Paso Doce.

9. Cada grupo debe tener un mínimo de organización. La dirección rotativa es la mejor. El grupo pequeño puede elegir su secretario, el grupo grande su comité rotativo, y los grupos de una extensa área metropolitana, su comité central o de intergrupo que a menudo emplea un secretario asalariado de plena dedicación. Los custodios de la junta de Servicios Generales constituyen efectivamente nuestro Comité de Servicios Generales de A.A. Son los guardianes de nuestra Tradición A.A. y los depositarios de las contribuciones voluntarias de A.A., a través de las cuales mantenemos nuestra Oficina de Servicios Generales en Nueva York. Tienen la autoridad conferida por los grupos para hacerse cargo de nuestras relaciones públicas a nivel global — y aseguran la integridad de nuestra principal publicación, el A.A. Grapevine. Todos estos representantes deben guiarse por el espíritu de servicio, porque los verdaderos líderes en A.A. son solamente los fíeles y experimentados servidores de la Comunidad entera. Sus títulos no les confieren ninguna autoridad real; no gobiernan. El respeto universal es la clave de su utilidad.

10. Ningún miembro o grupo debe nunca, de una manera que pueda comprometer a A.A., manifestar ninguna opinión sobre cuestiones polémicas ajenas — especialmente aquellas que tienen que ver con la política, la reforma alcohólica, o la religión. Los grupos de A.A. no se oponen a nadie. Con respecto a estos asuntos, no pueden expresar opinión alguna.

11. Nuestras relaciones con el público en general deben caracterizarse por el anonimato personal. Opinamos que A.A.debe evitar la propaganda sensacionalista. No se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías, identificándonos como miembros de A.A. Nuestras relaciones públicas deben guiarse por el principio de “atracción en vez de promoción.” Nunca tenemos necesidad de alabarnos a nosotros mismos. Nos parece mejor dejar que nuestros amigos nos recomienden.

12. Finalmente, nosotros de Alcohólicos Anónimos creemos que el principio de anonimato tiene una inmensa significación espiritual. Nos recuerda que debemos anteponer los principios a las personalidades; que debemos practicar una verdadera humildad. Todo esto a fin de que las bendiciones que conocemos no nos estropeen; y que vivamos en contemplación constante y agradecida de El que preside sobre todos nosotros.

viernes, 22 de junio de 2007

Las 12 Tradiciones

(Mayoría de edad, 91s).
Las 12 Tradiciones son para la supervivencia y armonía del grupo lo que los 12 Pasos para la sobriedad y la paz mental de cada uno de los miembros.
En las Tradiciones de A.A. está implícita la confesión de que nuestra comunidad tiene sus fallas. Confesamos que tenemos defectos de carácter como sociedad y que estos defectos nos amenzan continuamente. Nuestras Tradiciones son una guía hacia mejores formas de trabajo y de vida, y son al mismo tiempo un antídoto para nuestras diversas enfermedades.
Las 12 Tradiciones simbolizan el carácter de sacrificio de nuestra vida en común y son la mayor fuerza de unidad que conocemos.

Las 12 Tradiciones:
  • puntualizan muchos de nuestros defectos personales
  • implican que cada uno tiene que poner a un lado su orgullo y su resentimiento
  • piden sacrificios personales y comunes
  • nos piden que nunca usemos el nombre de A.A. en ninguna iniciativa que busque poder personal, fama o dinero
  • garantizan la igualdad de todos los miembros
  • nos muestran la forma en que mejor podemos relaciones etre nosotros y con el mundo
  • nos indican la mejor forma de funcionamiento y armonía como un gran todo
  • piden que cada individuo, cada grupo y cada región de A.A. deponga todos sus deseos, ambiciones y acciones innecesarias que pudieran ocasionar serias divisiones entre nosotros o la pérdida de la confianza que nos tiene el mundo en general

LAS DOCE TRADICIONES

1. Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de A.A.

2. Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso que puede manifestarse en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza. No gobiernan.

3. El único requisito para ser miembro de A .A. es querer dejar de beber.

4. Cada grupo debe ser autónomo. Excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a A.A. considerado como un todo.

5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo.

6. Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.

7. Todo grupo de A. A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera.

8. A.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales.

9. A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.

10. A.A. no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.

11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.

12. El anonimato es la base espiritual de nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.

!Decidido...! Del todo a por todo.

Esto es lo que pasa cuando se experimenta la incapacidad total, la impotencia total, el no poder de ninguna manera confiar en sí mismo, en las propias fuerzas, en las propias decisiones, en los propios anhelos y deseos. ¡No, imposible... Yo no puedo!
Algo íntimo ocurre, que me está llamando y diciendo "confía en mi", "yo te soluciono el problema". Qué ganas más intimas tenemos de abandonarnos a El, de dejarle hacer a El. Que sentimiento único e inmenso de sentir que El está conmigo... que ya no necesito beber, que esta vez sí que es clara la decisión del "nunca más", "nunca más tanto sufrimiento...", "yo quiero ser la alegría de mis hijos, de mi familia, de lo único que tengo y que siempre ha estado a mi lado sin abandonarme.
Y ahora sí es verdad.
No solo quiero dar una alegría en mi hogar, sino sobre todo una alegría al que me ayuda, al que me da el poder, el que me ha acogido en su manos, en sus brazos, el que ha puesto su mano en mi nombre y me ha acariciado la cabeza dándome ilusión.
Y tengo ganas de ir a pedir perdón, a pedir disculpas... A tantos he ofendido, a tantos debo una palabra exculpatoria...
Tengo ganas de ser una persona nueva. Me tengo que examinar, tengo que escribir en mi cuaderno de vida las cosas que tengo que corregir y que lo comentaré con mi amigo, el que sabe todo de mí.
Yo voy a entrar en todos los pasos porque tengo ganas de pasar por todos, porque quiero ser como ese y ese y ese y aquel que han sido como yo y que ya no lo son.
Yo también soy de los que tienen algo dentro, una experiencia única, nunca experimentada en la vida que me anima y me levanta con energías nuevas.

Saber amar y esperar.

¡Paciencia y más paciencia…!

“Al principio, algunos de estos pasos no fueron aceptados por nosotros. Pensábamos poder encontrar un camino más fácil, más cómodo. Mas esto fue imposible. Con toda la energía y honestidad que poseemos, le rogamos no tener miedo y ser sincero desde el comienzo. Varios de nosotros han intentado aferrarse a sus viejas ideas y el resultado ha sido cero hasta que las abandonan.“

“… hasta que las abandonan…”

Es por eso que es necesario esperar pacientemente. Todos hemos pasado por ese proceso lento de llegar al convencimiento de cómo han de ser las cosas… Todos contamos cómo iniciábamos y caíamos, una y otra vez. Pero todos tenemos también una experiencia: desde el día “tal”, desde día ya no volví a tomar.

Aquel es el día de la alegría, aquel es el día de un nuevo día, aquel es el día que todos podemos decir “¡bendito día en el que comencé de nuevo todas las cosas!”.

Uno tiene que ser paciente y saber esperar de que ese día llega, cuando uno ha terminado el proceso de por fin desconfiar de sí mismo y confiarse en el Ser Supremo, en el que tiene la Vida, en el que tiene el Poder.

Honesto y sincero consigo mismo.

No conozco a nadie –vienen a decir los fundadores- que no hayan tenido éxito cuando se han propuesto seguir los pasos de este proceso de recuperación. Los que no lo consiguen es porque no son sinceros y honestos consigo mismo.

Y piensan los padres del Libro Azul: hay gente así, que tienen esa desgracia. Son gentes que sufren enormemente en razón de sus graves anomalías emocionales y mentales. Si llegaran a reconocer lo que son, a sincerarse consigo mismo, conseguirían la correspondiente recuperación y llegarían a ser personas nuevas.

Sirviendo a los hermanos y llegando a ellos tenemos un trabajito que hacer, animar a enfrentar verdadera y sinceramente la vida.

Nuestro testimonio es el que vale, porque nos hemos tenido que enfrentar a la sinceridad con nosotros mismos. ¿Miedo a enfrentarse y a sincerarse? Ya no podemos caer más bajo… ¡Cuánto daño y dolor hemos producido sin ser conscientes de ello, sólo porque no teníamos dominio sobre nosotros mismos, estábamos bajo el efecto del alcohol! Sí, hay que recordar lo que le hemos hecho a la mujer, a los hijos, a la familia. Hay que reordar lo que hemos hecho a amigos, lo que no hemos cumplido, las deudas que hemos dejado pendientes.

Así ha sido mi vida, la de los hermanos. Todo ello efecto de esa maldita obsesión que uno leva dentro, el placer en la bebida, que como una alergía se pega a uno sin podérsela quitar.

Toca acudir al que puede curar, al que puede sanar, al que tiene ese saber y ese poder. No es el médico, que siempre me puede dar unas pastillas, una inyección. Solo me puede curar el que puede llegar dentro de mí y mirar mi Todo, todo lo que soy. Sólo ese que tiene el poder, el Poder Supremo, que es quien me sostiene todavía en vida… El me hizo, el me creó, me dio la vida, es ahora el que tiene que recuperarmela.

Y tú qué le das. De El viene la recuperación y ¿de ti? No tengo nada con que contribuir. Esa es la triste realidad. Nada tengo. Lo que tengo, El me lo dio, y ya vale poco. Solo me queda esperar que El me la arregle.

Honestos y sinceros consigo mismo

"No he visto a ningún alcohólico que siendo honesto y sincero consigo mismo no se ha haya recuperado", vienen a decir los Fundadores en el Libro.

Programa de A.A. - Capítulo V


Traemos aquí el capítulo V del Libro deA.A., el capítulo que se lee con unción.

V. NUESTRO PROGRAMA / How it works

Raramente hemos visto a una persona que, siguiendo el camino recorrido por nosotros, no haya tenido éxito en su lucha contra el alcohol. Los que no se restablecen son personas que no pueden o no quieren someterse completamente a este simple programa. Son por lo común hombres y mujeres que por naturaleza son incapaces de ser sinceros consigo mismos. Hay esta clase de desafortunados. No es su culpa, parecen haber nacido así. Su naturaleza no les permite adoptar y desarrollar una forma de vivir que exige una rigurosa honestidad. Sus posibilidades de restablecerse son limitadas. Aunque son individuos que sufren graves anomalías emocionales y mentales; sin embargo, muchos de ellos se restablecen si son capaces de ser honestos y sinceros.

Nuestras historias revelan lo que éramos, lo que nos sucedió y lo que ahora somos. Si usted, lector, quiere lo que nosotros tenemos y está dispuesto a todo para obtener nuestros resultados, estará dispuesto a avanzar por pasos.

Al principio, algunos de estos pasos no fueron aceptados por nosotros. Pensábamos poder encontrar un camino más fácil, más cómodo. Mas esto fue imposible. Con toda la energía y honestidad que poseemos, le rogamos no tener miedo y ser sincero desde el comienzo. Varios de nosotros han intentado aferrarse a sus viejas ideas y el resultado ha sido cero hasta que las abandonan.

Recordemos todos que tenemos que tratar con el alcohol ¡astuto, desconcertante y potente! Sin ayuda, es demasiado para nosotros. Pero hay un Ser que tiene todo el poder, y este Ser es Dios. ¡Te deseamos que lo encuentres ahora!

Las medidas parciales no nos ayudaron. Estuvimos en el punto decisivo de nuestra vida. Pedimos ayuda y protección a Dios, abandonándonos completamente a Su voluntad.

He aquí los pasos que seguimos y que proponemos como programa de recuperación:

1) Admitimos nuestra impotencia ante el alcohol y que nuestras vidas se habían vuelto incontrolables.

2) Llegamos a creer que un Poder más grande que nosotros podría devolvernos la razón.

3) Tomamos la decisión de confiar nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de Dios, tal como lo pudimos concebir.

4) Procedimos a hacer un inventario moral profundo y sin miedo de nosotros mismos.

5) Admitimos frente a Dios, frente a nosotros mismos y frente a otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestras culpas.

6) Consentimos plenamente que Dios eliminase todos los defectos de nuestro carácter.

7) Nosotros Le pedimos humildemente que hiciese desaparecer nuestras deficiencias.

8) Hicimos una lista de todas las personas a las que habíamos dañado y decidimos hacer enmiendas a todas ellas.

9) Hicimos enmiendas directamente a tales personas, en cuanto nos fue posible, excluyendo aquellos casos en que, al hacerlo, hubiéramos podido dañarlas a ellas o a otras personas.

10) Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos encontrábamos en culpa, de inmediato lo admitimos.

11) Buscamos, a través de la oración y la meditación, mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros pudimos concebirlo, rogando sólo que nos hiciera conocer Su voluntad con respecto a nosotros y que nos diera la fuerza para cumplirla.

12) Habiendo conocido una experiencia espiritual como resultado de estos pasos, tratamos entonces de transmitir este mensaje a otros alcohólicos y de poner en práctica estos principios en todos los actos de nuestra vida.

Muchos de nosotros exclamaron: ¡Es demasiado difícil! ¡Yo no voy a llegar!" No se desanime. Nadie de nosotros ha podido poner en práctica estos principios a la perfección. No somos santos. Lo que cuenta es que nosotros estemos dispuestos a progresar según los principios espirituales. Nosotros hemos buscado progreso espiritual mas que perfección espiritual.

Nuestra descripción del alcohólico, el capítulo que dedicamos a los agnósticos, nuestras experiencias antes y después de la recuperación, ponen en evidencia tres puntos bastante claros :

a) Que éramos alcohólicos e incapaces de controlar nuestras vidas.

b) Que probablemente ninguna fuerza humana hubiese podido salvarnos del alcoholismo.

c) Que Dios podía y quería hacerlo si Lo buscábamos.

Finalmente convencidos, estábamos en el Tercer Paso, que habla de todo lo que es necesario para el abandono de nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios. ¿Qué tratamos de decir con esto ? ¿Y que hacemos exactamente para abandonarnos a Él ?

El primer requisito es el convencimiento de que una vida conducida de acuerdo con la propia voluntad e independencia raramente puede tener éxito. Sobre esta base casi siempre nos encontramos en conflicto con alguien o algo, aunque nuestros motivos sean buenos. La mayor parte de los hombres trata de vivir basándose en su propia energía personal. Cada persona es como un actor que pretende dirigir la representación total: las luces, la danza, los actores, el escenario, siguiendo sus propios gustos. Si sus órdenes se siguieran y si los otros sólo se apegaran a sus deseos, el espectáculo sería perfecto. Todos estarían satisfechos, incluso él. La vida sería magnífica. En sus esfuerzos por poner todo en orden, nuestro actor quizá pueda mostrarse a veces muy virtuoso. Puede ser afable, simpático, cortés, generoso, indulgente, modesto y altruista. Y también puede ser egoísta, deshonesto y agresivo. Como todas las personas en este mundo, es probable que tenga una personalidad con múltiples facetas.

¿Qué ocurre normalmente? El espectáculo no se desarrolla muy bien y nuestro actor comienza a creer que el ambiente en el que vive no lo trata como él piensa que se merece. Decide hacer esfuerzos más grandes para tener éxito. Se vuelve más exigente o más amable, según sea el caso. No obstante, el espectáculo ahora no le gusta. Admite que tal vez tiene alguna culpa, pero piensa que los demás son más culpables. Se irrita, se indigna y se desprecia. ¿Cuál es su problema fundamental? ¿No es verdad que trata de alabarse a sí mismo, aun cuando trata de ser gentil? ¿No es víctima de la ilusión de que se puede lograr dicha y satisfacción en este mundo con la sola condición de saber cómo hacerlo? ¿No es evidente para el resto de los actores que esto es lo que él quiere? ¿Y no es cierto que todo eso incita a los otros a vengarse, retirando lo mejor del espectáculo? Aun en sus mejores momentos, ¿no crea él más confusión que armonía?

Nuestro actor es un egocéntrico y un ególatra. Es como un rico pensionado que pasa bien el invierno bajo el sol de Florida, lamentando el desastre financiero en el que se encuentra su nación; es como un predicador que suspira con horror por los pecados del siglo XX; es como el político y el reformador que afirma que seguramente la Utopía se realizaría si los demás se comportaran bien; y como el ladrón que fuerza cajas de valores mientras piensa que la sociedad se ha comportado mal con él; y como el alcohólico que ha perdido todo y se recupera tras de cuatro paredes. Cualesquiera que sean nuestras protestas, ¿no es verdad que la mayor parte de nosotros estamos preocupados por nosotros mismos, por los propios resentimientos, y no hacemos más que conmiserarnos?

Egoísmo y egocentrismo. He aquí la causa de nuestras penas. Llevados por múltiples formas de temor, miedo, preocupaciones, autoconmiseración, pisamos a los otros y ellos reaccionan. A veces nos hacen daño, sin que haya mediado una provocación de nuestra parte; pero si reflexionamos sobre cuánto hemos hecho, podremos reconocer que dimos motivos suficientes para provocarlos, porque bajo nuestro egocentrismo y nuestra autoconmiseración no pensamos mas que en nosotros, sin preocuparnos de los demás.

En el fondo pensamos que la causa de nuestros problemas somos nosotros mismos. Ellos surgen de nuestro interior. Y el alcohólico es el ejemplo típico de una voluntad sin freno, aunque la mayor parte de las veces no se dé cuenta. Antes que todo, los alcohólicos debemos desembarazarnos de nuestro egoísmo, si no el egoísmo nos mata. Dios nos da la posibilidad. A menudo la experiencia nos enseña que no nos es posible abandonar nuestro egoísmo sin Su ayuda. Muchos de nosotros tuvimos muchas convicciones morales y filosóficas, pero no pudimos ponerlas en práctica aun cuando lo deseábamos. Ni tampoco pudimos con nuestra solas fuerzas reducir nuestro egoísmo, por mucho que deseáramos o tratáramos. Necesitamos la ayuda de Dios.

He aquí el cómo y el porqué de nuestro método. Antes que nada tuvimos que dejar de comportarnos como si fuésemos Dios. Este modo de ser no funcionó. Después decidimos que en este drama de la vida Dios fuese nuestro Director: ¡Él sería el Director y nosotros sus agentes! Él es el Padre y nosotros somos Sus hijos. La mayor parte de las buenas ideas no son complicadas, sino simples, y este concepto ha sido la llave de este arco del triunfo por el cual hemos pasado para reencontrar nuestra libertad.

Tomada esta resolución con sinceridad, comprendimos que en torno nuestro acaecían cosas maravillosas y que teníamos un nuevo Patrón. En Su omnipotencia, Él nos proveía de lo que necesitásemos, a condición de que estuviéramos cerca de Él e hiciésemos bien Su trabajo. Llenos de fe en Él, nos fuimos interesando menos en nosotros mismos, en nuestras pequeñas ideas y en nuestros proyectos. Más y más interesante era aportar una contribución a la vida. Mientras sentíamos que nos inundaba una nueva fuerza, gozábamos una profunda paz del espíritu y cuando descubrimos la posibilidad de encarar la vida con éxito, cuando tuvimos conciencia de Su presencia, comenzamos a perder aquel miedo del hoy, del mañana y del porvenir que siempre habíamos tenido. Habíamos nacido por segunda vez.

Aquí nos encontramos entonces en el Tercer Paso. Varios de nosotros se dirigieron a su Creador, tal como ellos lo entendían, con la siguiente plegaria:

Oh, Dios, te ofrezco todo de mí para que Tú puedas rehacerme de nuevo y hagas de mí lo que quieras. Libérame de la esclavitud del egoísmo, para que yo pueda cumplir tu Voluntad. Aleja de mí las dificultades, de suerte que mi victoria sobre ellas sea un testimonio de Tu fuerza, de Tu amor y de Tu modo de vida para aquéllos a quienes yo haya ayudado. Haz que yo pueda hacer siempre Tu voluntad."

Largamente reflexionamos antes de pasar esta etapa, ya que queríamos estar bien dispuestos; queríamos estar seguros de que, al fin, podíamos abandonarnos a Él completamente.

Descubrimos que era bueno afrontar este paso de crecimiento espiritual junto con alguna persona comprensiva, ya fuera la esposa o un buen amigo o el director espiritual. Mejor es encontrarse a solas con Dios que con una persona que no comprenda. La selección de las palabras evidentemente que depende de nosotros: lo importante es que se exprese claramente lo que uno intente afirmar. Es solamente el inicio, pero si se comienza con humildad y honestidad el camino hacia el abandono a Dios, de inmediato se tienen resultados, a veces bastante grandes.

Enseguida nos encaminamos en una carrera de vigorosa actividad, cuyo primer paso es un inventario personal, una limpieza de nuestra conciencia, que muchos de nosotros ni siquiera habían intentado hacer. Aunque la decisión tomada fue crucial y determinante, comprendimos que no podía haber un efecto duradero si no era seguida por un constante y continuo acto de voluntad de enfrentar y liberarnos de todos nuestros impedimentos. La necesidad de beber no era más que un síntoma. Por lo tanto, debíamos atacar las causas y los motivos.

Para tal fin, como dijimos arriba, comenzamos el inventario personal. Era el Cuarto Paso de nuestro crecimiento espiritual. Un negociante que no hace regularmente el inventario de las mercancías, está destinado al fracaso. Hacer un inventario comercial consiste en reconocer los hechos y examinarlos. Se busca conocer bien las mercancías en almacén. Uno de los fines de la operación es determinar cuáles son las mercancías dañadas o invendibles. Entonces hay que liberarse de ellas prontamente y sin lamentarlo. Si un negociante está interesado en el éxito, no puede engañarse sobre cuánto hay en la tienda.

Hicimos un inventario semejante de nuestra vida, y lo hicimos sinceramente. Al principio buscamos las imperfecciones de nuestro carácter que causaron nuestro fracaso. Convencidos de que el egoísmo es la causa de nuestra ruina, consideramos sus manifestaciones más comunes.

El resentimiento es el enemigo número uno". Este sentimiento destruye más alcohólicos que cualquier otra cosa. Da lugar a todas las formas de enfermedad espiritual; hay que admitir que estábamos afectados no sólo mentalmente y físicamente, sino también espiritualmente. Por lo tanto, cuando el mal espiritual ya no existe, nos recuperamos física y mentalmente. Para examinar nuestros resentimientos, los escribimos sobre una hoja. Hicimos la lista de las personas, de las instituciones o de los principios que suscitaban nuestra cólera. Nos preguntamos por qué nos enojábamos. Encontramos que la mayor parte del tiempo nos sentimos heridos o amenazados en nuestro amor propio; nuestras ambiciones, nuestra cartera, nuestras relaciones personales (comprendidas aquí las sexuales) estaban en peligro y amenazadas. Eso nos hacía sufrir y también encolerizarnos.

Reuniones hogareñas

Son recuerdos de 1939, cuando en Los Angeles se iniciaban los A.A. Eran un grupito menor de 10 reunidos en alguna casa. Los recuperados se pusieron de acuerdo, el uno enfatizaba los aspectos espirituales, el otro el aspecto médico, el aspecto psicológico. Leían también un capítulo del Libro Básico.
Uno insistía en leer en cada reunión "apartes del capítulo V del Libro A.A." Esta costumbre hizo que los comienzos del A.A. en la costa oeste adquiriera una sólida fundamentación.
En aquellos comienzos se discutía si la reunión habría de centrarse alrededor de términos psicológicos o del concepto de "Dios como cada uno lo comprenda".
No dice cómo termina.
Pero entiendo que el movimiento ha sabido formar una unidad de medicina y religión, como se suele decir.

jueves, 21 de junio de 2007

Lo que vi.

Jueves 21, 2007.
Vino a recogerme Victor, pues Temístocles estaba ocupado preparando el retiro que debe comenzar mañana en Sachas.
Llegamos, y recién salió un hermano evangélico de dar la charla, su charla. Eran las 4 pm.
Al entrar sentí una alegría especial en el grupo. Eramos recibidos con ilusión. Y saludando, descubro caras nuevas y jovencísimas. Desde mi silla, sentado, observo a los que van atados con cadenas en los tobillos. Junto a la palmera está atado con cadenas y esposas un muchacho joven, que, me dijeron, después de comer intentó escapar subiendo a la tapia. Cuando al terminar fui a saludarlo, temblaba. Me dijo que lo habían rociado con agua.
No es momento para un comentario sobre estos hechos. ¿Acertado esta terapia, este comportamiento de la dirección? ¿Sock terapeútico? ¿Símbolo del encadenamiento interior que supone el alcohol, la droga? ¿O sencillamente por mal comportamiento?
Un día descubriré.
Intervino primero con su charla Victor. Bien.
Fui yo después con la mía, queriendo ganar sus sentimientos para confiar en El, en Dios. Creo que se consiguió el impacto correspondiente.
Tengo la firmísima convicción de que, cuando Dios quiera, ocurrirán las cosas que El tiene que hacer. A mi me toca sembrar y sembrar bien.

Jesucristo me enseña a confiar.

Sin dudar... y cómo dudar de su muerte... ¿y de su nueva vida resucitado...?
Fue por mi, por nosotros.
Estos pensamientos quiero acariciar en mi corazón.
Lo que El tiene que conversar conmigo... ¿No se apareció a los apóstoles y les instruyó y los mandó y les encargó su misión? Y su espíritu ¿no nos iba a enseñar todas las cosas?
Ahí me encuentro yo, necesitado de enseñanza, que me la tiene que dar El personalmente, el resucitado, el que vive, el que nos ha prometido estar con nosotros...
Hoy jueves, precisamente hoy jueves de la XI semana del año litúrgico, se leía en la iglesia lo que Jesús decía: "y cuando oren no sean como los paganos que se esfuerzan por hablar y decir, decir muchas cosas; ya sabe su Padre celestial lo que necesitan..."
"Cuando oren, oren así: Padre nuestro que estás en el cielo... hagase tu voluntad... " ¿Verdad que todos aprendimos una vez en nuestra casa el padrenuestro para rezarle a Dios? Ha llegado el momento en que esto tenemos que recuperar.
No necesito saber hablar para contarle a nuestro Padre del cielo lo que nos pasa, lo que necesitamos. Bien lo sabe El. Sí necesitaremos mirarle y con los ojos cerrados decirle "confío en tí, ayúdame" y nada más, porque el ya lo sabe todo. Sólo queremos llamar la atención y que se entere de que estamos ante El, mirándole, pidiéndole sin pedirle.
Confiar en El... no tengo que hacer otra cosa.

También es pensamiento de Jesus el decirnos y "cuando vayan a hacer algo por Dios... no hagan nada para que les vean... nuestro Padre celestial ya lo ve todo... y El que ve lo secreto te lo recompensará..."
Dios, que lo ve todo, llega así a ser nuestro confidente y amigo secreto. Y nadie necesita saberlo.

Confiemos en El.

Estamos en los contenidos de los 3 primeros pasos.
Y este es el mensaje. Sólo mensaje para ser escuchado... Ya sé que no se puede confiar, si nunca hemos confiado. Si no tenemos ni práctica, ni entrenamiento.
Escucha lo que los que te quieren te dicen. Que nosotros un día nos decidimos de confiar en El, y que no fue fácil, porque todo mi ser se opone a ello. Cómo confiar en algo que no sé cómo es, ni lo conozco...
Pero déjanos y aceptanos como somos y que te contemos lo que hemos vivido, que comenzamos a confiar en El, y desde aquel día dejamos lo que queríamos dejar de mucho tiempo atrás.

Pero ustedes saben que yo soy un cura, un sacerdote de la Iglesia Católica. No soy alcohólico, y me imagino que no lo seré en mi vida. Pero tengo otras adicciones o mejor he tenido otras adicciones de las que me recuperé y entonces yo también les puedo contar que yo sé lo que significar "confiar en El", como mis amigos alcohólicos.
Fumar ¿no es adicción? ¿No lleva también a la destrucción, al infarto y a la muerte? Yo he salido de esa adicción.
Para muchos hombres la mujer es una pesadilla y de tal calibre que no se vive si no pensando en ella, en su cuerpo, en su sexo. Muchos viven esa pesadilla como una adicción maldita, como una exclavitud por lo sexual. No voy a contar mis debilidades sexuales, ni las pesadillas tenidas, ni mis dificultades para no ser esclavo de erotismo o sexo, pero si les puedo decir -y confíen en mi verdad- gracias a Dios la mujer ni me es pesadilla ya, ni me es tentación ya, ni el erotismo o el sexo es problema para mí. Y lo diré bien claramente: gracias a Dios y confiando en El.
Pero un día podría volver a fumar, un día podría volver a buscar el sexo...
Hay otra adicción curiosa, la adicción a comer, que en alemán se dice "fettsucht", traducido es adicción a la grasa. Es esa situación del que siempre tiene apetito y si no se domina termina por ser obeso en demasía. Es mi caso. ¿Una adicción? ¿Sin falta de voluntad? ¿Una enfermedad? La cosa es clara, el obeso siempre tiene que estar luchando por la adicción al comer. Y si permanece en ella, su vida futura no está asegurada, el colesterol y el peligro de infarto es algo medicinalmente probado. Sus esperanzas de vida, muy menguadas.

Yo quiero inspirarme en Jesucristo.

Sí creo en El, pero El en mi no.

Lo he leído en el El Libro. Es la expresión sincera de un alcahólico: yo sí creo en El, pero El en mi no. Cómo va a creer El en mi, si yo nunca he cumplido mi palabra de dejar de beber... El ha tenido que perder la confianza en mi.
Esta tarde será mi tema con ellos: nuestro asunto, nuestro problema de creer en El.
Es lo llamativo del gran mensaje de los AA, descrito en los pasos 2 y 3:

2) Llegamos a creer que un Poder más grande que nosotros podría devolvernos la razón.

3) Tomamos la decisión de confiar nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de Dios, tal como lo pudimos concebir.

Me quedo contemplando el mensaje, mejor la convicción que ha nacido de la propia vida, de lo que a ellos les pasó. Sigo contemplando lo imposible, dar el paso de confiar en lo que no está en mi, que ni yo mismo puedo manejar. Es como si dijera que mi vida ya no está en mis manos sino en las manos de otro. Esto es imposible.
Sí, les quiero contribuir a confiar en El, porque si no... no habrá recuperación. (Y nunca hablaré de curación, porque no la hay; siempre el alcohólico recuperado puede un buen día echarlo todo a perder y tener que comenzar de nuevo.)
Los pasos 1, 2 y 3 forman como una unidad. Si se entra en uno, se entra en los tres a la vez. Tan íntimamente unidos están.

1) Admitimos nuestra impotencia ante el alcohol y que nuestras vidas se habían vuelto incontrolables.

¡Lo que cuesta dar el primer paso...! Lo dicen todos. Es que es quedarse sin nada, en la más absoluta nada. Es horroroso aceptar que uno no es nada, no vale para nada. Es como asumir el desprecio personal, hecho por uno mismo, de su mismo ser. Del no vales para nada, te echas -y fuera de tí- en el que lo puede Todo.